¿Cómo es el tiempo en Tenerife?
Un destino soleado todo el año
Si estás planeando un viaje a las Islas Canarias, probablemente te preguntes: ¿Qué tiempo hace en Tenerife? Tenemos buenas noticias: Tenerife presume de uno de los mejores climas del mundo, con temperaturas suaves, escasas precipitaciones y mucho sol todo el año.
A menudo conocida como la "Isla de la Eterna Primavera", el clima de Tenerife es uno de sus mayores atractivos para turistas, amantes del sol y aventureros al aire libre.
Temperaturas medias en Tenerife
Tenerife disfruta de temperaturas agradables todo el año gracias a su clima subtropical y al efecto refrescante de los vientos alisios. La isla se divide entre el sur, más cálido y seco (donde se ubican la mayoría de los centros turísticos), y el norte, más verde y fresco.
Invierno (diciembre – febrero): 18–22 °C (64–72 °F)
Primavera (marzo – mayo): 20–24 °C (68–75 °F)
Verano (junio – agosto): 26–30 °C (79–86 °F)
Otoño (septiembre – noviembre): 22–28 °C (72–82 °F)
Incluso en invierno, el clima de playa es común y es posible nadar en el océano durante todo el año gracias a que las temperaturas del mar rara vez bajan de los 19 °C (66 °F).
Sol y lluvia
Tenerife tiene un promedio de más de 300 días de sol al año, especialmente en el sur, lo que lo convierte en un destino perfecto para vacaciones de sol y actividades al aire libre.
Las precipitaciones son mínimas, sobre todo en el sur (por ejemplo, Costa Adeje, Playa de las Américas), donde los chubascos son raros y breves.
El norte de la isla (por ejemplo, Puerto de la Cruz) recibe un poco más de lluvia, especialmente durante el invierno, lo que ayuda a mantener el paisaje exuberante y verde.
Parque Nacional del Teide y clima de gran altitud
Si planeas visitar el Teide o el Parque Nacional del Teide, prepárate para temperaturas más bajas y condiciones meteorológicas cambiantes debido a la gran altitud (hasta 3715 metros). Incluso en verano, puede refrescar por la noche, así que lleva varias capas de ropa, especialmente si participas en una excursión para observar el atardecer y las estrellas.
En invierno, las nevadas en el Teide son habituales, creando unas vistas espectaculares que contrastan con las cálidas playas a tan solo una hora de distancia.